Bienvenidos a este pequeño rincón de imaginación, magia y una pizca de locura. Para quienes se pregunten quién soy, soy una enamorada de la vida y la lectura, con mil sueños y delirios de escritora. ¿Qué vais a encontrar aquí? Todo lo que te puedes encontrar, precisamente, entre las páginas de un libro: historias, fotos, dibujos, recuerdos, reflexiones, susurros de otros tiempos, un poco de poesía, alguna sátira,… y, escondida entre las letras, un poco magia.

Así que no os quedéis en la portada, pasad y disfrutad de vuestro viaje por este mundo Entre las páginas de un libro.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

El pincel

Desde siempre Dania había adorado la pintura. A los cinco su madre le regaló su primer cuaderno de dibujo. Ocho años más tarde Dania había perfeccionado su técnica y era una de los mejores pintores de su pueblo. Aquello llenaba a su madre de orgullo, y a ella le encantaba compartir con ella su progresos. Pero con nadie más, le gusta guardar su dibujos para ella sola. Siempre se iba a pintar al mismo sitio. Al claro del bosque que había cerca de su casa. Un hermoso prado rodeado de árboles por los que se filtraban los rayos de sol lo que le daba un aspecto misterioso y mágico. Tenía montones de copias de aquel lugar, pero siempre acudía allí, esperando, quizás, encontrar algo diferente y nuevo.

Sucedió una soleada primavera, en la corría una suave brisa. Como siempre, Dania se levantó temprano y fue a su prado. Se llevó su cuaderno y su pincel.
Estaba dibujando, por enésima vez, la entrada al claro, cuando levantó la cabeza y vio algo que la dejó sin habla. Allí, ante ella, mirándola fijamente, con sus luminosos ojos, había un hermoso unicornio. El pincel se resbaló de los dedos de la joven y cayó a sus pies. El unicornio avanzó hacia ella.  Al verle acercarse Dania se levantó y retrocedió temerosa unos pasos. Pero la hermosa criatura no se detuvo, siguió avanzando hasta donde estaba el pincel. Entonces, inclinó su cabeza hasta que su cuerno rozó el pincel. Y suavemente hizo que este rodara en dirección a su propietaria. Dania contemplaba la escena con fascinación. Avanzó hacía su pincel cautelosamente. El unicornio no se movió. Ella se agachó y recogió su pincel. Se incorporó y miró a la bella criatura que se alzaba ante ella con admiración, temor y respeto. Entonces alzó lentamente su mano derecha y rozó el ocico del animal, este siguió inmóvil.  subió la mano y la llevó su espiralado cuerno, y terminó acariciando sus suaves crines. Unos momentos después. El unicornio se separó de ella con suavidad, dio la vuelta y lentamente, se fue por donde había venido. Dania se quedó viendo como se marchaba la criatura, hasta que desapareció entre la foresta. la joven se quedó quieta tiempo después de que el unicornio se hubiese ido. ¿Había sido real? ¿Se lo habría imaginado? Entonces se miró la mano izquierda, en la que todavía sostenía su preciado pincel, tocado por un unicornio. Y pudo apreciar el suave resplandor que este emitía, igual a la luz del unicornio. apretó la mano con fuerza y se prometió que siempre guardaría el secreto, que compartiría siempre con aquel extraordinario ser.

Pasaron los años y Dania siguió pintando. Había mejorado mucho su técnica. Pero lo que hacía que sus dibujos fueran inconfundibles e incomparables era la mágica sensación que destilaban. Una magia que provenía del pincel, y de ella, de su recuerdo de aquella mañana en el claro.

El tiempo nunca deja de pasar. Y un día una anciana Dania volvió al claro en el que décadas atrás había visto al unicornio. Y allí en medio del claro enterró su pincel. Sabiendo que tarde o temprano el
unicornio volvería, y que ese pincel pasaría a manos de aquel o aquella que lo mereciese.
Cansada ya, Dania se dio media vuelta y se alejó del claro. Pero justo antes de marcharse volvió la
vista atrás y pudo ver, por última vez, al unicornio, que quizá, venía a despedirse. Ella sonrió, y con
esa bonita imagen se marchó.



viernes, 16 de septiembre de 2011

Pesadilla

Un aullido rasgó el silencio de la noche. Nadia se giró sobre sus talones y los vio. Eran altos como caballos y la observaban desde lo alto del monte con sus ojos amarillos brillando como ascuas encendidas. Se dio media vuelta y echó a correr. Corría desesperada, sabía que la perseguían, oía sus veloces patas detrás de ella, cada vez más cerca. Tenía que seguir corriendo por muy cansada que estuviese. Aunque en el fondo sabía que no serviría de nada, los lobos pronto la alcanzaría. Los ojos se le llenaron de lágrimas, “¡No quiero morir!” pensaba angustiada. Entonces se tropezó con una raíz y cayó de bruces al suelo. Se fue a levantar pero escuchó un aullido de triunfo. Giró la cabeza y vio como un lobo se abalanzaba sobre ella.
-¡¡¡Nooooo!!!-chilló mientras se cubría la cabeza con los brazos en un acto reflejo.            

Nuestro mundo

Antes de comenzar a leer esta entrada, abrid en otra pestaña esta dirrección http://www.youtube.com/watch?v=8Eko5aPvEnY  Escuchad la canción mientras leeis.


Nuestro mundo es lugar maravilloso, lleno de criaturas fascinantes, lleno de vida. Nada que haya creado el hombre es comparable a la obra maestra de la Naturaleza. La explosión de color de la primavera con sus hermosas flores, los deliciosos frutos que nos da el soleado verano, la calidez de los tonos ocres del otoño, y los fría y blanca nieve del invierno.

En la Naturaleza todo forma parte de un gran círculo, todo se transforma, todo cambia, nada se desperdicia. Sin embargo, nosotros, los humanos hemos irrumpido en ese círculo con violencia y sin cuidado, arrasando casi todo lo que se interponía en nuestro camino. No nos hemos parado a pensar en las consecuencias de nuestros actos, hasta ahora. Cuando, para algunas cosas, ya es demasiado tarde. Ya no volverán las especies que se han extinguido, ya no volverán a florecer la plantas quemadas, los bosques talados tardarán siglos en ser lo que fueron, si llegan a recuperarse algún día, los ríos y lagos que se secaron, ¿quién sabe si volverán a llenarse?, los grandes glaciares derretidos, ya nunca volverán.

Parece mentira que, siendo las criaturas más inteligentes del planeta, hayamos actuado de manera tan estúpida. Y ahora el planeta entero pide ayuda y tan solo unos cuantos han escuchado su llamada y están dispuestos a hacer lo imposible para que mejorar esta situación. Porque este problema no solo afecta a los bosques y a los que habitan en ellos, al mar y a sus criaturas, sino también a nosotros.

Hay que hacer algo y rápido si queremos que nuestro preciado planeta, ahora enfermo, se recupere, y el trabajo de la Naturaleza miles y miles de años no se venga abajo en tan solo un siglo. Aún nos queda una esperanza, nos quedan la mitad de los bosques, miles de ríos, lagos y glaciares, miles de especies aún llenas de vida, hay solución a este problema y tenemos la capacidad necesaria para cambiarlo, ¡a qué esperamos! Tenemos una  segunda y valiosa oportunidad no la desaprovechemos.



jueves, 15 de septiembre de 2011

Sueños

Todos tenemos sueños , deseos secretos escondidos en el fondo de nuestro ser. Los cuales no nos atrevemos a revelar al mundo. Sueños imposibles que llenan nuestra mente de imaginación y magia. Que nos llenan de alegría cada vez que pensamos en ellos y en los que nos refugiamos cuando el mundo real se vuelve demasiado frío y aburrido.
No debemos intentar borrarlos de nuestra mente, pues forman parte de nosotros.

Pero también tenemos otro tipo de sueños. Sueños que pueden llegar a hacerse realidad. Con los que nos gusta fantasear de vez en cuando. Y estos sueños, también, son una parte esencial de nuestras vidas. Son nuestras metas, nuestra estrella polar en medio de la noche.

Por eso ,y por otras muchas otras razones, nunca debemos dejar de soñar y de desear cosas, por muy descabelladas que sean. Porque precisamente, esos anhelos tan estúpidos, que creemos sin sentido, son los que nos dan la fuerza necesaria para continuar y alcanzar ese sueño que sí pude cumplirse.

 Muchos felices sueños ;)