Bienvenidos a este pequeño rincón de imaginación, magia y una pizca de locura. Para quienes se pregunten quién soy, soy una enamorada de la vida y la lectura, con mil sueños y delirios de escritora. ¿Qué vais a encontrar aquí? Todo lo que te puedes encontrar, precisamente, entre las páginas de un libro: historias, fotos, dibujos, recuerdos, reflexiones, susurros de otros tiempos, un poco de poesía, alguna sátira,… y, escondida entre las letras, un poco magia.

Así que no os quedéis en la portada, pasad y disfrutad de vuestro viaje por este mundo Entre las páginas de un libro.


lunes, 6 de marzo de 2017

El alpinista


"La belleza es la única parte visible del espíritu."

La joven periodista entró en la habitación acompañada tan solo de su libreta y su teléfono móvil. Dentro estaba la esperaba Daniel Harris, el famoso alpinista.

-          Jenna- saludó el joven.

La periodista estrechó la mano que le tendía con una sonrisa. Acto seguid tomó asiento frente a él, dejó su cuaderno de notas a un lado y encendió la grabadora de su teléfono, como de costumbre. Y tras dejar el móvil sobre les cuaderno, se volvió hacia Daniel.  No era ni la primera, ni la segunda vez que Jenna entrevistaba al alpinista  y eso se veía a primera vista. La entrevista parecía más bien una agradable y amena conversación entre dos amigos, cosa que Daniel agradecía enormemente. En los últimos años había tenido que ofrecer innumerables entrevistas, todas iguales, siempre las mismas preguntas, los mismos comentarios, las mismas respuestas. Por eso era tan agradable ser entrevistado por Jenna. La joven periodista no se preocupaba por tomar notas, ni miraba el guión que sus jefes le habían preparado para la ocasión. La conversación era grabada y más tarde transcrita. Sus artículos siempre eran bien recibidos y siempre objetivos, evitando audazmente opiniones y comentarios subjetivos de los que otros periodistas habrías sacado oro puro.

Las preguntas de la periodista le hicieron recordar sus inicios en el mundo del alpinismo a los 8 años, de la mano de su padre, y al mundo de la fama hacía tan solo 4 años. En ese tiempo había coronado en tiempo récord, un nada desdeñable número de picos. Nombres como el Mont Blanc, el Naranjo de Bulnes, el Kilimanjaro, o el Annapurna, no eran más que una pequeña muestra de su cada vez más grande colección de picos. 

-          Y qué hay de la sensación de coronar un pico ¿Qué sientes al subir una montaña? ¿Qué es lo que más te gusta de subir a un pico?

-          La adrenalina. - Respondió enseguida.- Esa sensación de poder, de que puedes lograrlo todo. Me encanta la satisfacción de superar cada reto que la Naturaleza me plantea, derrotarla en cada enfrentamiento, desvelar sus secretos... Y sobre todo esa sensación de tener el mundo entero a mis pies... Te sientes como el rey del mundo.

-          ¡Guau! Dicho así, dan ganas de ponerse las botas y salir a la aventura- rió Jenna.- Tal vez algún día de estos lo intente.

-          Yo te llevaría, pero ¿serías capaz de aguantar hasta el final? No te veo yo con una mochila a los hombros subiendo y bajando montañas, eeeh. - comentó el alpinista entre risas.

-          Es posible que necesitase una buena temporada de puesta a punto, pero seguro que después de eso no habría cumbre que se me resistiese. Fijo. -Dijo Jenna con cómica convicción. 

Ambos acabaron riéndose de sus propias tonterías. Unos minutos después Jenna tomaba aire para calmarse y siguir con la entrevista. 
-          Entonces para ti, el alpinismo, no es más que una hazaña, un reto físico, ¿no?

-          Sí… A ver, no es lo único que me motiva a subir un pico, el viaje en sí también bien es bonito, conoces gente diferente, sitios... Pero verás, solo tenemos esta vida, vivimos para descubrir los secretos de este mundo, el resto puede esperar.

La conversación continuó con el mismo tono desenfado, hasta que 45 minutos más tarde, Jonh, él amigo y representante de Daniel se asomaba a la habitación para avisar a Jenna de que tan solo le quedaban 5 minutos de entrevista.
   -   Vaya, esta vez sí que se nos ha ido de las manos -comentó con una sonrisa.- Me vas a perdonar pero voy a tener que tirar de guión para terminar, o mi jefe me pondrá de nuevo a escribir columnas. - Daniel asintió con la cabeza, y en un par de segundos la periodista escogió una pregunta de entre las cientos que le habían preparado.
-       -   Ya para terminar,  Daniel, qué harás por tu 25 cumpleaños, ¿cómo vas a celebrarlo esta vez?
El joven alpinista esbozó una sonrisa gatuna.

-       -   Por todo lo alto... en el Everest.