"La belleza es la única
parte visible del espíritu."
La joven periodista entró en la
habitación acompañada tan solo de su libreta y su teléfono móvil. Dentro estaba
la esperaba Daniel Harris, el famoso alpinista.
- Jenna-
saludó el joven.
La periodista estrechó la mano que
le tendía con una sonrisa. Acto seguid tomó asiento frente a él, dejó su
cuaderno de notas a un lado y encendió la grabadora de su teléfono, como de
costumbre. Y tras dejar el móvil sobre les cuaderno, se volvió hacia Daniel.
No era ni la primera, ni la segunda vez que Jenna entrevistaba al
alpinista y eso se veía a primera vista. La entrevista parecía más bien
una agradable y amena conversación entre dos amigos, cosa que Daniel agradecía
enormemente. En los últimos años había tenido que ofrecer innumerables
entrevistas, todas iguales, siempre las mismas preguntas, los mismos
comentarios, las mismas respuestas. Por eso era tan agradable ser entrevistado
por Jenna. La joven periodista no se preocupaba por tomar notas, ni miraba el
guión que sus jefes le habían preparado para la ocasión. La conversación era
grabada y más tarde transcrita. Sus artículos siempre eran bien recibidos y
siempre objetivos, evitando audazmente opiniones y comentarios subjetivos de
los que otros periodistas habrías sacado oro puro.
Las preguntas de la periodista le
hicieron recordar sus inicios en el mundo del alpinismo a los 8 años, de la
mano de su padre, y al mundo de la fama hacía tan solo 4 años. En ese tiempo
había coronado en tiempo récord, un nada desdeñable número de picos. Nombres
como el Mont Blanc, el Naranjo de Bulnes, el Kilimanjaro, o el Annapurna, no
eran más que una pequeña muestra de su cada vez más grande colección de picos.
- Y
qué hay de la sensación de coronar un pico ¿Qué sientes al subir una montaña?
¿Qué es lo que más te gusta de subir a un pico?
- La
adrenalina. - Respondió enseguida.- Esa sensación de poder, de que puedes
lograrlo todo. Me encanta la satisfacción de superar cada reto que la
Naturaleza me plantea, derrotarla en cada enfrentamiento, desvelar sus secretos...
Y sobre todo esa sensación de tener el mundo entero a mis pies... Te sientes
como el rey del mundo.
- ¡Guau!
Dicho así, dan ganas de ponerse las botas y salir a la aventura- rió Jenna.-
Tal vez algún día de estos lo intente.
- Yo
te llevaría, pero ¿serías capaz de aguantar hasta el final? No te veo yo con
una mochila a los hombros subiendo y bajando montañas, eeeh. - comentó el
alpinista entre risas.
- Es
posible que necesitase una buena temporada de puesta a punto, pero seguro que
después de eso no habría cumbre que se me resistiese. Fijo. -Dijo Jenna con
cómica convicción.
Ambos acabaron riéndose de sus
propias tonterías. Unos minutos después Jenna tomaba aire para calmarse y
siguir con la entrevista.
- Entonces
para ti, el alpinismo, no es más que una hazaña, un reto físico, ¿no?
- Sí…
A ver, no es lo único que me motiva a subir un pico, el viaje en sí también
bien es bonito, conoces gente diferente, sitios... Pero verás, solo tenemos
esta vida, vivimos para descubrir los secretos de este mundo, el resto puede
esperar.
La conversación continuó con el
mismo tono desenfado, hasta que 45 minutos más tarde, Jonh, él amigo y
representante de Daniel se asomaba a la habitación para avisar a Jenna de que
tan solo le quedaban 5 minutos de entrevista.
- Vaya, esta vez sí que se nos ha ido
de las manos -comentó con una sonrisa.- Me vas a perdonar pero voy a tener que
tirar de guión para terminar, o mi jefe me pondrá de nuevo a escribir columnas.
- Daniel asintió con la cabeza, y en un par de segundos la periodista escogió
una pregunta de entre las cientos que le habían preparado.
- - Ya
para terminar, Daniel, qué harás por tu 25 cumpleaños, ¿cómo vas a
celebrarlo esta vez?
El joven alpinista esbozó una sonrisa gatuna.
- - Por
todo lo alto... en el Everest.