Quisiera por una vez salir corriendo,
sin importar si está lloviendo.
Quisiera gritarle al mundo entero
que aquello que yo quiero
es un comienzo nuevo.
Quisiera gritarle al viento
cada uno de los momentos,
en los que la vida pasa
y nunca nadie se cansa
de repetir en todo el tiempo,
los errores que ya cometieron.
Quiero un comienzo nuevo.
No solo para mí
sino para el mundo entero.
Para enmendar los errores,
aquellos que causan dolores.
Por una vez quisiera
hablar y ser oída.
Que aquellos que gritan,
oigan la voz dormida
Lleva un mensaje
y nadie quiere oírla.
No podemos esperar más
la primavera tardía.
¡Despiertad!
que la tela que rompimos,
debe ser cosida.
Es mi primera poesía, comentadme qué os ha parecido. Pero, por favor, si no os gusta, criticalda con tacto, ¡no me vayais a hundir en la miseria jejeje! ;)
ResponderEliminarOye, pues para ser la primera poesía te ha quedado muy bien. Me gusta el mensaje que tiene, y el final (los dos últimos párrafos), en mi opinión, te ha quedado magnífico.
ResponderEliminarSigue así :3
Aaaah!!! ¡Qué guay! Me alegro que me halla quedado tan bien *.*
ResponderEliminarMi primera crítca y además positiva en mi primer poema, ¡cómo mola!
Sí, maestra seguíré así :3
A mí el sentimiento que me sugiere es de impotencia. Se me viene a la mente también la disconformidad, quizá porque el poema pide un cambio de no sé qué (¿social?).
ResponderEliminarY al final me parece esperanzador, como un grito de auxilio o una llamada de atención.
Y:
Pienso mesa y digo silla
Pienso mesa y digo silla,
compro pan y me lo dejo,
lo que aprendo se me olvida,
lo que pasa es que te quiero.
La trilla lo dice todo;
y el mendigo en el alero,
el pez vuela por la sala,
el toro sopla en el ruedo.
Entre Santander y Asturias
pasa un río, pasa un ciervo,
pasa un rebaño de santas,
pasa un peso.
Entre mi sangre y el llanto
hay un puente muy pequeño,
y por él no pasa nada,
lo que pasa es que te quiero.