Bienvenidos a este pequeño rincón de imaginación, magia y una pizca de locura. Para quienes se pregunten quién soy, soy una enamorada de la vida y la lectura, con mil sueños y delirios de escritora. ¿Qué vais a encontrar aquí? Todo lo que te puedes encontrar, precisamente, entre las páginas de un libro: historias, fotos, dibujos, recuerdos, reflexiones, susurros de otros tiempos, un poco de poesía, alguna sátira,… y, escondida entre las letras, un poco magia.

Así que no os quedéis en la portada, pasad y disfrutad de vuestro viaje por este mundo Entre las páginas de un libro.


lunes, 28 de julio de 2014

Recuerdos

En estos momentos cuando has dejado una parte muy importante de tu vida atrás y no sabes lo que el futuro tiene reservado para ti, no sabes si es o no buena idea echar la vista atrás. Una parte de nuestro ser, de forma instintiva se aferra a lo conocido, al pasado, a aquellos momentos en los que nos sentíamos a gusto. Y durante unos momentos nos embarga una deliciosa y cálida sensación de alegría. Ese tipo de sensaciones que solo los recuerdos son capaces de crear.

Dejas fluir esos recuerdos, que esas imágenes inunden cada recoveco de tu mente. Te evades completamente. Sonríes con tu yo del pasados, te sonrojas a la vez que tu imagen pasada, etc. Revives cada segundo deseando con toda tu alma poder retroceder en el pasado, no para cambiar nada (aunque haya momentos en los que daríamos cualquier cosa por cambiar los hecho) sino por el simple placer de revivir ese instante que en su momento no parecía especial, pero que inevitablemente (y sin entender muy bien cómo) forma parte de uno de los recuerdos más preciados de una época, de una aventura, de un día,...

Es en ese momento cuando todo tu ser está completamente abstraído y en un lugar que no es el presente, es cuando caemos en la cuenta de que aquello no volverá jamás, y eso es lo más nos duele.  Y durante ese instante la realidad tira de nosotros arrancándonos de nuestro pasado y devolviéndolos a la realidad, que puede ser buena o mala, aburrida o entretenida, triste o alegre, cruda o "cocinada", pero no es el pasado. Y eso nos deja con un sabor agridulce, con un nudo en el estómago, otro en la garganta y otro en el corazón. Que dependiendo del recuerdo y del peso que este tenga, se apretarán más o menos, a veces incluso harán que nuestros ojos se empañen y hasta nos arranquen una lágrima.

Y lo curioso es que el recuerdo evocado no tenía nada de triste, sino todo lo contrario. ¿Entonces por qué esa sensación de desazón, de vacío? La respuesta es diferente para cada persona, pero el caso es que es siempre así. Pero, a pesar del dolor que ello nos provoca, seguiremos recordando porque merece la pena revivir esos momentos, porque son un refugio siempre disponible para nosotros y solo para nosotros, porque juntos forman nuestra historia y porque cada vez que nos perdemos en el presente nos viene bien desandar lo andado para recordarnos quiénes somos, porqué y para qué luchamos, y recordándonos todo lo que hemos aprendido, recordándonos lo importante de la vida.



2 comentarios:

  1. Los recuerdos también son pequeños granos de arena en el gigante reloj que representa nuestra vida, poco a poco lo llenamos con cosas buenas y malas, que auque no lo queramos, nos acompañaran siempre.
    Una hermosa composición, ya tienes una nueva seguidora
    Lena

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tomarte el tiempo para leerlo y la molestia de comentarlo, me ya encantado tu metáfora :) , y me alegro mucho de que te haya gustado. Por cierto, nos conocemos??? Es que tu nickname me suena mucho... Y tienes blog??? Porque me encantaría leerlo :).

    ResponderEliminar