Bienvenidos a este pequeño rincón de imaginación, magia y una pizca de locura. Para quienes se pregunten quién soy, soy una enamorada de la vida y la lectura, con mil sueños y delirios de escritora. ¿Qué vais a encontrar aquí? Todo lo que te puedes encontrar, precisamente, entre las páginas de un libro: historias, fotos, dibujos, recuerdos, reflexiones, susurros de otros tiempos, un poco de poesía, alguna sátira,… y, escondida entre las letras, un poco magia.

Así que no os quedéis en la portada, pasad y disfrutad de vuestro viaje por este mundo Entre las páginas de un libro.


viernes, 30 de marzo de 2012

El pintor de almas (II)

Laurien estaba furiosa, se sentía humillada. Y se comportaba de manera arisca con todos a su alrededor.
Pero había sido indulgente con Ángelo y le había dado una segunda y última oportunidad y le había recomendado, por su bien, hacerlo bien esta vez. Había quemado el horroroso retrato que le había hecho y habían comenzado de nuevo. Esta vez Ángelo alargó mucho el proceso, pintaba muy de vez en cuando y muy lentamente. Pero la reina comenzaba a impacientarse.
Iris tenía razón no debía haberla pintado tendría que haber reusado de hacerlo caundo la había visto por dentro. Tenía que encontrar una solución al problema al que se enfrentaba. Pero no sabía qué hacer, por lo tanto decicdió preguntarle a Iris.
-Te lo advertí-le respondió cuando él le hubo terminado de plantear su problema.- Te dije que la pintases de modo que saliese favorecida, pero no me escuchaste. Entioendo que no te caiga en gracia, ¿pero crees que a los demás sí? Para nada, todos se dejaban el alma en pintarla lo mejor posible. Ya te lo dieje en su momento, Laurien es muy altiva y orgullosa, no admite errores. Tiena mucho poder y no duda en castigar a aquellos que no cumplen sus órdenes. Pero, has tenido suerte, te ha dado otra oportunidad y eso no es algo que haga con mucha frecuncia, créeme. Asi que te recominedo que la pintes bonita y salgas de aquí caunto antes.
-No lo entiendes-murmuró él.
-¿Pero que es lo hay que entender, Ángelo? Eres un pintor ¿no?, pues píntala tal y como es y punto.
-¡Ése es el problema? Que solo la puedo pintar tal y como es. Te lo explicaré-dijo al ver la cara de incomprensión de Iris- cada vez que cojo el pincel, dejo de ver como haces tu y el resto del mundo. Cunado cojo el pincel, veo más allá, mucho más allá. Veo cómo son las personas por dentro, veo sus almas. No puedo pintar otra cosa porque eso, es lo único que veo cada vez que cojo un pincel.
-Te has vuelto loco- dijo ella ante aquella descabellada explicación.
-Sabía que no me creerías-dijo él esbozando una cansada sonrisa.- Nadie lo cree nunca.
-Porque es imposible que puedas hacer algo así-replicó la criada.
-¿Por qué es imposible?- le preguntó enarcando una ceja.- No, de verdad piénsalo, ¡por qué iba yo a decir tal cosa?, ¿no crees que de poder la pintaría como es físicamente y me largaría de aquí, en vez de inventarme todoa esta historia?-Iris permaneció callada, sin saber que decir.- Va de jalo, no merece la pena. Ya me la arreglaré yo solito-dijo dándose madia vulta y echando a andar.
-¡Espera!- Lo retuvo Iris- supongamos que te creo, supongamos que todo lo que me has dicho es verdad, ¿en qué te puedo ayudar yo? Yo no sé pintar. Sólo te piedo dar más tiempo.
-Con eso será suficinte, gracias- le agredeció. Por toda respuesta Iris le dedicó una encantadora sonrisa.

Gracias Iris, Ángelo ganó tiempo. Ambos hacían todo lo posible tanto para mantener ocupada a Laurien como para evitar que se encontrase con Ángelo. Se pasaban el día de un lado para otro, rehuyendo a al reina, escondiendo los materiales del propio Ángelo para que este no pudiese pintar. Ambos sabíanq ue no podrían mantener aquella treta por simpre, pero habría que hacer todo lo posible porque durara el máximo tiempo posible.
A fuerza de pasar tato tiempo juntos, Ángelo e Iris acabaron por hacerse muy buenos amigos. Y hacía varios días que Ángelo intuía cómo podría ser el alma de la chica. Pero la verdad es que no se necesitaba ningún poder especial para ver la bondad de Iris.
Un día Ángelo decicdió poner en práctca una idea que le llevaba rondando varios días por la cabeza.
-Iris, quiero que mañana vengas antes a palacio, poco después del amanecer.
-¿Mañana?-preguntó extrañada- pero, mañana es domingo, Laurien no se despierta hasta que el sol está en lo alto del cielo, mañana podemos relajarnos un poco.-él sacudió la cabeza y la sonrió enigmaticamente.
-Tu ven, te esperaré en ela jardín, junto a los bancos de piedra.-dicho esto, se dio media vuelta y se marchó. iris se encogió de hombros.
-Vale-dijo para sí.


Hacía tan solo unos minutos que había amanecido cuando Iris llegó al lugar indicado por Ángelo.
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